DINERO VIRTUAL

El candidato del PSOE a la Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba, sigue su frenética lucha por arañar el máximo número de votos a su principal oponente y conseguir dar la vuelta a las encuestas.

Ayer conocimos una nueva propuesta consistente en luchar contra el fraude fiscal con una iniciativa sencilla: prohibir los pagos en metálico de facturas superiores a 3.000.-€.

El fraude fiscal es un grave problema de la economía española (se estima que entre un 20 y 25% del PIB) y, de momento, los planes emprendidos por la Agencia Tributaria no han tenido el éxito esperado; probablemente por no disponer de los recursos necesarios para emprender con garantías la complejidad de las estrategias acometidas.

La propuesta de eliminar los pagos en metálico de facturas por más de 3.000.-€ hace que me vengan a la cabeza un par de reflexiones.

1. Si queremos controlar el dinero en metálico y limitar su uso, ¿qué utilidad tienen los billetes de 200 o 500 euros? Cuanto mayor valor tengan los billetes más fácil es acumular en un menor volumen cantidades de dinero grandes, es decir, facilitar la gran economía sumergida.

2. ¿Qué problemas tendría en el siglo XXI eliminar el dinero físico? Las tarjetas de crédito y débito están consolidadas y, se aproximan los pagos a a través del teléfono móvil. Antes de que nos demos cuenta podremos hacer cualquier pago con nuestro móvil. Si a esto le añadimos la creación de monederos electrónicos para las pequeñas compras cotidianas (el pan, el periódico, tomar un café...) ya tenemos todas nuestras necesidades cubiertas.

La eliminación del dinero físico no solo tendría la ventaja de reducir el fraude fiscal sino que también serviría para desincentivar actividades ilegales como el narcotráfico y mejoraría la seguridad al evitarse los pequeños o grandes atracos que se realizan contra personas que se sabe transportan dinero en metálico.

¿Estaríamos los ciudadanos dispuestos a dejar los billetes y monedas para los albumes de las colecciones?